martes, 2 de junio de 2009

El Tenor catalán José Carreras mantiene dos luchas


El tenor catalán José Carreras mantiene desde hace un par de décadas dos luchas que no conceden la menor tregua: la primera y más importante, la de vencer con tesón, fortaleza y voluntad una enfermedad en teoría degenerativa y terminal, la leucemia.
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La segunda batalla también es crucial para un artista como él: resistir el paso del tiempo en los escenarios, haciendo lo que desde pequeño realiza, cantar con su bello timbre de voz las arias y las canciones que lo han encumbrado hasta la condición de ser uno de los máximos tenores del siglo XX.
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Por eso se recibió con sorpresa la noticia del supuesto retiro definitivo de Carreras, publicada en su edición de ayer por el diario británico The Times y que fue desmentida unas horas después por la fundación que ostenta el nombre del cantante.
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Frase mal interpretada
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Carreras, de 62 años y originario de Barcelona, se convirtió en un artista popular y escuchado en medio mundo a raíz de su participación en la propuesta Los tres tenores, que en los años 90 reunió en torno a un repertorio a Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y al catalán.
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Con más de 50 años en el ámbito profesional, el tenor se encuentra en estos momentos en Londres, donde ofrecerá un concierto y recibirá el prestigioso premio The Classical Brit, por su trayectoria artística.
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Con motivo de ese acontecimiento, Carreras mantuvo una larga entrevista con el citado rotativo, en la que expresó: “Si puedo hacer recitales, adaptando el repertorio a mis necesidades, no hay problema, eso es suficiente. Con las óperas, a no ser que surjan las circunstancias correctas, doy mi carrera por hecha”. Esta frase, que para los melómanos y seguidores de Carreras únicamente constata lo que ha venido haciendo en los años recientes, se convirtió en el origen del equívoco.
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The Times consideró que Carreras estaba anunciando su retiro definitivo de los escenarios y así lo hizo constar tanto en el encabezado como en la estructura de la información. Como era de esperarse, la noticia corrió como la pólvora y fue reproducida por innumerables medios de comunicación, los cuales dieron por cierta la información del diario británico y ninguno, ni siquiera los españoles y catalanes, la confirmaron con el personal de la Fundación José Carreras.
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En la radio, la televisión y, sobre todo, en los portales de Internet de medios de comunicación de todo el mundo se aseguraba que Carreras se retiraba definitivamente, lo que suponía un duro golpe a su infatigable voluntad de cantar y ser escuchado, pero también sembraba la duda sobre su estado de salud.
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Varias horas después, cuando la información ya se daba por cierta entre miles de melómanos, se emitió el comunicado para desmentirla y se aseguraba que se trataba de la “mala interpretación” de una frase del tenor.
“Como bien saben los aficionados a la ópera y a la música clásica, Josep Carreras, desde hace ya años, desarrolla su faceta artística ofreciendo exclusivamente conciertos y recitales en todo el mundo. Pero esto no significa que haya descartado cantar ópera si se dan las condiciones artísticas y profesionales óptimas para ello”, decía el comunicado.
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Es decir, reiteraba lo mismo que Carreras expresó en la entrevista, sólo que con otras palabras y dejando claro que en este momento ni siquiera se plantea dejar de cantar.
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Los recitales y conciertos que Carreras ofrece por el mundo son determinantes para financiar las labores de su fundación en la lucha contra la leucemia, que ha servido para ayudar a centenares de enfermos, muchos de ellos niños.
Por esto la fundación insistió en informar que Carreras se mantiene activo y que, incluso, sus próximos compromisos profesionales serán en Asia y Europa.
En la entrevista con The Times, José Carreras señala: “Soy un hombre muy afortunado porque he tenido la suerte de superar una enfermedad que no te da muchas opciones de sobrevivir. Recuerdo esto todos los días. Por eso la ayuda es muy importante, aunque haya momentos que seas más pesimista. Pero después de que me recuperé empecé a tener una vida normal y retomé mi profesión con ímpetu”.
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