Hace cinco días, el tenor José Carreras afirmó al diario The Times que, salvo que surgiera una circunstancia especial, daba por terminada su carrera en la ópera. En menos de 24 horas, la fundación que lleva su nombre se apresuró a desmentir las expresiones, puntualizando que todo había sido una mala interpretación.
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Pero lo cierto es que Carreras no representa un título lírico desde el 2001 y en el mundo clásico se subentiende, a pesar de los desmentidos, que juega los descuentos. Fallecido Pavarotti y con Carreras a media máquina, los teatros buscan a los tenores del futuro.
Pero lo cierto es que Carreras no representa un título lírico desde el 2001 y en el mundo clásico se subentiende, a pesar de los desmentidos, que juega los descuentos. Fallecido Pavarotti y con Carreras a media máquina, los teatros buscan a los tenores del futuro.
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Ahora, la buena noticia: ya existe un buen grupo de cantantes que ya tienen voz y marca propias. En primera fila se ubica el mexicano Rolando Villazón (37 años), gran figura del momento y estrella en las producciones más fastuosas del Metropolitan de Nueva York y el Covent Garden de Londres. Se lo conoce como "el nuevo Plácido Domingo", y es una suerte de hijo artístico del gran cantante madrileño, ganando varios premios en el concurso Operalia de 1999. Un dato curioso: ese mismo año, Villazón estuvo en el Teatro Municipal, cantando la ópera María Estuarda.
Ahora, la buena noticia: ya existe un buen grupo de cantantes que ya tienen voz y marca propias. En primera fila se ubica el mexicano Rolando Villazón (37 años), gran figura del momento y estrella en las producciones más fastuosas del Metropolitan de Nueva York y el Covent Garden de Londres. Se lo conoce como "el nuevo Plácido Domingo", y es una suerte de hijo artístico del gran cantante madrileño, ganando varios premios en el concurso Operalia de 1999. Un dato curioso: ese mismo año, Villazón estuvo en el Teatro Municipal, cantando la ópera María Estuarda.
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Hoy, su millonario contrato con el sello Deutsche Grammophon y el inalcanzable precio de sus presentaciones, lo convierten en un "imposible" para el recinto santiaguino. Su gran presencia y carisma le llevaron a cantar en el Mundial de Alemania 2006 junto a su mentor, Plácido Domingo.
Hoy, su millonario contrato con el sello Deutsche Grammophon y el inalcanzable precio de sus presentaciones, lo convierten en un "imposible" para el recinto santiaguino. Su gran presencia y carisma le llevaron a cantar en el Mundial de Alemania 2006 junto a su mentor, Plácido Domingo.
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También de Latinoamérica proviene el otro tenor más alabado: el peruano Juan Diego Flórez. A los 36 años, Flórez graba para la compañía Decca y suele presentarse en el Metropolitan de EEUU, la Opera de Viena y la Opera de París. Muchos lo llaman "el nuevo Pavarotti", por su agilidad con las notas más altas. El propio italiano alguna vez lo mencionó como su eventual sucesor.
También de Latinoamérica proviene el otro tenor más alabado: el peruano Juan Diego Flórez. A los 36 años, Flórez graba para la compañía Decca y suele presentarse en el Metropolitan de EEUU, la Opera de Viena y la Opera de París. Muchos lo llaman "el nuevo Pavarotti", por su agilidad con las notas más altas. El propio italiano alguna vez lo mencionó como su eventual sucesor.
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Desde Alemania proviene Jonas Kaufmann, menos conocido que Villazón y Flórez, pero más inquieto musicalmente, con un repertorio que va de Bach hasta el siglo XX. Con discos en Decca y EMI, Kaufmann comparte con sus compañeros el cuidado por el estado físico. The Times habló de su "gran voz voz de tonos oscuros" y de un look que recordaba más a "un modelo italiano" que a un cantante clásico.
Desde Alemania proviene Jonas Kaufmann, menos conocido que Villazón y Flórez, pero más inquieto musicalmente, con un repertorio que va de Bach hasta el siglo XX. Con discos en Decca y EMI, Kaufmann comparte con sus compañeros el cuidado por el estado físico. The Times habló de su "gran voz voz de tonos oscuros" y de un look que recordaba más a "un modelo italiano" que a un cantante clásico.
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En Italia están el mayor y el menor de este grupo de reemplazo: Salvatore Licitra, de 41 años, y Vittorio Grigolo, de 32. El primero alcanzó la fama en el 2002, al reemplazar a un indispuesto Pavarotti en la ópera Tosca, en el Metropolitan de Nueva York, y graba habitualmente en Sony. Grigolo, por su parte, tiene el récord de ser el tenor más joven que ha cantado en La Scala de Milán (a los 23 años) e interpreta también comedias musicales.
En Italia están el mayor y el menor de este grupo de reemplazo: Salvatore Licitra, de 41 años, y Vittorio Grigolo, de 32. El primero alcanzó la fama en el 2002, al reemplazar a un indispuesto Pavarotti en la ópera Tosca, en el Metropolitan de Nueva York, y graba habitualmente en Sony. Grigolo, por su parte, tiene el récord de ser el tenor más joven que ha cantado en La Scala de Milán (a los 23 años) e interpreta también comedias musicales.
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