Por Wanchy
Medina
Twitter:
@WanchyMedina
A propósito del 24 de septiembre donde ya es una
costumbre celebrar el día de las Mercedes patrona de los Cuerpos de bomberos,
es preciso analizar algunos aspectos que rodean la funcionalidad de estos
héroes anónimos.
Por años los cuerpos de bomberos penden de la mirada
discreta de los funcionarios municipales, ellos están sujetos a la autoridad
local por indicación de la ley municipal en su artículo 19, letra C, donde se ordena a los
ayuntamientos a “financiar las estaciones de bomberos”.
Aquí el legislador dispone de una exclusiva competencia de los
ayuntamientos para sostener esta olvidada institución.
Los integrantes de esta importante entidad no deben ser
empleados con un trato normal, pues la singularidad de su ocupación conlleva
una especialización por los retos que tienen que afrontar en el desempeño de
sus funciones.
Es aquí donde la ley indica a los incumbentes municipales
que al momento de formulación del presupuesto, estos empleados deban tener un enfoque
salarial diferente, lo anterior se expresa el artículo 175 de la ley 176-07, y
señala la equivalencia de dos salarios mínimos como pago a su loable labor.
Además, como se puede notar la dificultad y el riesgo que asume un bombero en el
ejercicio de su labor, es, en muchas ocasiones el elemento de la nómina peor pagado
en los gobiernos locales; no obstante la referida ley indicarle a los alcaldes/a
que “Los
sueldos del personal municipal serán fijados en el presupuesto, …tomando en
cuenta su dificultad técnica, peligrosidad e incompatibilidad con el
desarrollo de otros trabajos” (artículo 148).
En la generalidad de los
casos, los cuerpos de bomberos solo son recordados cuando el siniestro esta en
nuestro derredor; en ocasiones los ciudadanos más sensatos reflexionan en cuan
ingrato es el sistema con estos hombres y mujeres que arriesgan sus vidas por
los demás.
Aunque muchas veces
generalizar constituye un prejuicio, hoy podemos concluir que la mayoría de los
cuerpos de bomberos del país son muy mal pagados por las instituciones
edilicias, y no hay excusas convenientes, pues muchas veces una “botella” cobra
más dinero que un bombero.
Como no se trata de
populismo, se hacer referencia sin ánimo de presumir, que en la discusión del presupuesto
del año 2011 en el ayuntamiento de La Romana, el suscribiente sometió una moción
de aumento a los bomberos en el municipio de su competencia, dicha propuesta
tuvo una parcial acogida.
Si embargo este gráfico puede darle una idea de la desigualdad salarial que se viven nuestros
ayuntamientos.
En
una próxima entrega abordaremos algunos aspectos del proyecto que cursa en el
Congreso Nacional sobre la ley general
de los cuerpos de bomberos.
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