martes, 23 de septiembre de 2014

Una obligada expansión





Por Wanchy Medina
Twitter: @WanchyMedina

El palacio que aloja las oficinas del Ayuntamiento de La Romana fue construido en el año 1936, sin embargo, no fue hasta el año 1939 que las confortables instalaciones para entonces, fueron ocupadas para darle el uso que hasta hoy reciben.

Según los datos que brinda la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el municipio de La Romana contaba aproximadamente con unos cuarenta mil habitantes alrededor del año 1940.

Si hacemos un análisis consiente, la edificación que se construyó relacionado con la cantidad de habitantes, podríamos concluir que estábamos frente una verdadera obra adecuada para aquellos tiempos.

Hoy, setenta años después, el municipio de La Romana cuenta con más de doscientos mil habitantes, su fisonomía, su geografía, su demografía,  sus avances cuantitativos y cualitativos han cambiado en trescientos ochenta grados desde que fue inaugurado el edificio que todavía aloja las oficinas edilicias.

Aún cuando el municipio ha dado estos cambios evidentes, el edificio sigue siendo el mismo, sin ningún anexo, sin ninguna ampliación, donde los servicios que se brindan se ven afectados por la inocultable falta de espacio físico que tiene la septuagenaria edificación.

En un levantamiento que hizo el año pasado el suscribiente de este artículo, los datos arrojados eran alarmantes:

En la entidad habían alrededor de 35 departamentos que deben funcionar en la institución llamada Ayuntamiento de La Romana, sin embargo, solo hay unos 13 cubículos disponibles para esos departamentos. Lo que indica claramente que hay funcionarios del cabildo que deben despachar en los pasillos o en el patio del local.

Ante todo este panorama, si tenemos autoridades consientes de lo antes dicho solo tienen un camino, y es buscar la fórmula de ampliar la estructura física del palacio consistorial de una de las ciudades más importantes de la República Dominicana.

La dirección donde está situado el edificio que aloja las oficinas del Ayuntamiento de La Romana es la calle Eugenio A. Miranda, número 54 esquina Ramón Bergés; lugar éste que es contiguo al solar número diez de la manzana número sesenta y dos del distrito catastral número uno, que es la coordenada geográfica de la dirección ubicada en la calle Ramón Bergés número 56 de La Romana.

La referida dirección, de la calle Ramón Bergés número 56 de La Romana, casi esquina Eugenio A. Miranda hace más de 15 años que no funciona ningún local comercial, ninguna casa de familia, ninguna edificación, por consiguiente es un solar con dos verjas perimetrales que su utilidad es ociosa.

Procedimiento de mutuo acuerdo
Por el bien y la salud tanto del ayuntamiento de La Romana como de los legítimos propietarios del solar situado en la calle Ramón Bergés número 54 casi esquina Eugenio A. Miranda, la salida más salomónica sería una transacción del bien inmueble por la cantidad de dinero acordado previas negociaciones.

Con la adquisición de dicha propiedad, daría pie que el ayuntamiento pueda ser expandido con un moderno edificio con parqueo soterrado y tres plantas para magnificar las instalaciones del cabildo romanense.

Procedimiento de utilidad pública
El Código Civil Dominicano plantea en su artículo 545 el mecanismo a utilizar para ceder una propiedad en utilidad pública, de modo, que en el caso de la especie la solicitud procede de pleno derecho amparado igualmente en la ley número 344, del 29 de julio de 1943, que establece un procedimiento especial para las expropiaciones intentadas por el Estado Dominicano.

Los ayuntamientos como instituciones que forman parte del Estado Dominicano en virtud del artículo 218 de la ley 176-07, ley municipal, instituye el derecho de los municipios de solicitar la declaración de utilidad pública en los casos que los planes y proyectos del ayuntamiento así lo requieran de rigor con la realidad existente.

Si nos planteamos la tesis esgrimida al exordio de este texto, podremos apreciar, más que razones valederas para que el ayuntamiento intente vía poder ejecutivo la declaración de utilidad pública de dicha propiedad.

Este tipo de planteamientos y proyectos requieren de autoridades modernas, que su liderazgo no sea inmediatista y que puedan proyectar la ciudad que queremos por las próximas dos décadas.

Ojalá tanto los funcionarios del ayuntamiento de La Romana como los propietarios del solar referido puedan entender que el municipio necesita un palacio moderno, y esto solo es posible con el concurso de sus autoridades y la flexibilización de los propietarios del bien colindante.

Si no lo hacemos con prontitud pagaremos el precio! 
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