Carlos Amarante Baret
Las elecciones de este martes en los Estados Unidos definirán el rumbo político-ideológico que tomará este país, a propósito de quien obtenga los 270 colegios electorales necesarios para ser proclamado Presidente. Barack o Mccain, será elegido en el contexto de un crack financiero que ha estremecido al mundo y que presagia una recesión. Esta crisis implica el fin de un modelo que privilegió el individualismo en contra de toda gestión solidaria en los asuntos económicos y sociales, vía la intervención del Estado.
Paul Krugman, Nobel 2008 en economía, en su obra Después de Bush (2007) plantea este proceso electoral como la oportunidad de derrotar a la derecha religiosa que tomó el control político de los EEUU hace 40 años y que ha roto el pacto social surgido del New Deal de Roosevelt, cuya consecuencia ha sido el crecimiento de las desigualdades en la sociedad norteamericana y la falta de regulación por el Estado de los asuntos económicos, lo que le permitió predecir, igual que Stiglitz, la actual hecatombe financiera.
Por otro lado, he releído El Pentagonismo… de Don Juan Bosch, a propósito de la tendencia militarista de los gobiernos de Reagan y los Bush, bajo el pretexto del terrorismo y cuyos exponentes son el vicepresidente Cheney, Rumsfeld y wolfowizt, para resaltar el papel que la guerra esta jugando en este proceso electoral como mecanismo de acumulación y de negocios, no del “anónimo” complejo militar-industrial, sino de los propios beneficiarios sentados en el gabinete presidencial. ¡Cuanta visión tuvo Don Juan hace 41 años!
En este escenario, ¿Quién ganará? Hasta ahora, las encuestas nacionales favorecen a Obama, pero más importante que estas, son las que reflejan las preferencias en los llamados Estados claves, los que deciden el ganador. Estos son Florida (27electores), Pensilvania (21), Ohio (20), Missouri (11), Colorado (9), Nuevo México (5) y Nevada (5), los cuales suman 98 electores de los 538 en disputa. Estos, excepción de Pensilvania, fueron ganados por Bush en el 2004 y hoy son liderados por Obama según el promedio de encuestas de Real Clear Politics. Si no hay un viraje espectacular o sucede el Efecto Bradley (que los votantes blancos no voten por un negro, el factor racial), Obama deberá ganar la noche del martes.
Las elecciones de este martes en los Estados Unidos definirán el rumbo político-ideológico que tomará este país, a propósito de quien obtenga los 270 colegios electorales necesarios para ser proclamado Presidente. Barack o Mccain, será elegido en el contexto de un crack financiero que ha estremecido al mundo y que presagia una recesión. Esta crisis implica el fin de un modelo que privilegió el individualismo en contra de toda gestión solidaria en los asuntos económicos y sociales, vía la intervención del Estado.
Paul Krugman, Nobel 2008 en economía, en su obra Después de Bush (2007) plantea este proceso electoral como la oportunidad de derrotar a la derecha religiosa que tomó el control político de los EEUU hace 40 años y que ha roto el pacto social surgido del New Deal de Roosevelt, cuya consecuencia ha sido el crecimiento de las desigualdades en la sociedad norteamericana y la falta de regulación por el Estado de los asuntos económicos, lo que le permitió predecir, igual que Stiglitz, la actual hecatombe financiera.
Por otro lado, he releído El Pentagonismo… de Don Juan Bosch, a propósito de la tendencia militarista de los gobiernos de Reagan y los Bush, bajo el pretexto del terrorismo y cuyos exponentes son el vicepresidente Cheney, Rumsfeld y wolfowizt, para resaltar el papel que la guerra esta jugando en este proceso electoral como mecanismo de acumulación y de negocios, no del “anónimo” complejo militar-industrial, sino de los propios beneficiarios sentados en el gabinete presidencial. ¡Cuanta visión tuvo Don Juan hace 41 años!
En este escenario, ¿Quién ganará? Hasta ahora, las encuestas nacionales favorecen a Obama, pero más importante que estas, son las que reflejan las preferencias en los llamados Estados claves, los que deciden el ganador. Estos son Florida (27electores), Pensilvania (21), Ohio (20), Missouri (11), Colorado (9), Nuevo México (5) y Nevada (5), los cuales suman 98 electores de los 538 en disputa. Estos, excepción de Pensilvania, fueron ganados por Bush en el 2004 y hoy son liderados por Obama según el promedio de encuestas de Real Clear Politics. Si no hay un viraje espectacular o sucede el Efecto Bradley (que los votantes blancos no voten por un negro, el factor racial), Obama deberá ganar la noche del martes.
Un factor que le ayudará en los Estados claves, será el voto hispano. Primera minoría en los EEUU, con 40 millones de habitantes (14% de la población), se espera que voten 9 millones de los cuales la mayoría favorecería a Obama dada la simpatía demócrata de los latinos, salvo Florida (los cubanos son republicanos la mayoría), lo cual se compensa con los efectos de la crisis.
El martes veremos si los norteamericanos seguirán impulsando a los republicanos con sus políticas guerreristas, neoliberales y ultraconservadoras, o dan un giro hacia posiciones más liberales, acordes con el New Deal o pacto social que produjo el crecimiento más grandioso de su país.
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